Autor(a) del Mes

Vicente Huidobro
“Silencio / Se oye el pulso del mundo como nunca pálido / La tierra acaba de alumbrar un árbol.”
—Del libro Altazor
Vicente Huidobro es considerado uno de los autores más importantes e influyentes de la poesía chilena del siglo XX. Su obra fue expresión de un estilo que él llamó Creacionismo y su carrera se cruzó con las de importantes artistas y escritores de las vanguardias europeas.
Vicente García-Huidobro Fernández desarrolló su educación literaria en las tertulias que oficiaba su madre, María Luisa Fernández, quien le ayudó a editar en 1912 la revista Musa joven.
En 1911, a los 18 años, Huidobro publicó Ecos del alma y entre 1913 y 1914 ya había publicado otros cuatro libros: Canciones en la noche, La gruta del silencio, Las pagodas ocultas y Pasando y pasando, que para la crítica representan un periodo de aprendizaje en su trayectoria literaria. Influido por el Modernismo hispanoamericano, esta etapa creativa culminó con la publicación de Adán (1916), donde ya se observa algunas claves del creacionismo.
En 1916, el poeta partió a Europa con su familia, viaje que marcó su periodo de “vanguardia heroica”, como lo llamó la crítica literaria de la época, y que comenzó con la publicación de El espejo de agua (1916), donde su voz creacionista ya se torna más visible.
En Europa participó en revistas de vanguardia y se relacionó con importantes figuras de la creación internacional. Fue entonces cuando publicó el libro de poesía en francés Saisons choisies (1921), donde aparece el famoso retrato que Pablo Picasso hizo de él.
Con la publicación de la novela Mío Cid Campeador. Hazaña (1929) y los libros Altazor (1931) y Temblor de cielo (1931), comienza la tercera etapa de su creación literaria, donde la estética creacionista se consolida. A esta etapa pertenece el volumen de ensayos Manifiestos (1925) y el guión para la película Cagliostro (1923) del director de cine rumano Nime Mizú. Por este trabajo, Huidobro recibió un premio otorgado en Nueva York por la League for Better Motion Pictures.
Además del cine, el poeta dialogó con artes como el teatro, la moda y la plástica, de la cual nacieron sus famosos caligramas y poemas pintados. En 1925, el autor volvió a Chile, publicó Vientos contrarios (1926) y participó en política; fundó el periódico Acción, diario de Purificación Nacional, y llegó incluso a presentarse como candidato a la Presidencia de la República. Durante la década de 1930 se afilió al Partido Comunista de Chile y a apoyó a la causa republicana y antifascista española.
El creacionismo de Huidobro se desarrolló como una teoría estética enmarcada en las vanguardias del primer tercio del siglo XX, que propone independizar y liberar de cualquier referente a la obra literaria, fundando el concepto de poesía como producción creacionista por excelencia. La poesía, como vanguardia, es una propuesta lírica absolutamente autónoma, un arte que instala a la palabra por sobre el contexto.
A diferencia del surrealismo o dadaísmo europeos, el creacionismo no pretendió excluir a la racionalidad del proceso creativo. Como corriente artística, pretende ser teórica y política, buscando transformar el mundo a través del rol activo del poeta. Es por esto que, sin negar la importancia del inconsciente, Huidobro criticaba el automatismo puro de los surrealistas, pues defendía que todas las facultades humanas estuvieran al servicio de la creación lírica, y que esta estuviera al servicio del mundo.
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